Finisterre: Todo lo que no te puedes perder en el Fin del Mundo

Hay mucha gente que piensa que en Santiago de Compostela se acaba El Camino de Santiago, y de hecho mucha gente lo acaba ahí. Sin embargo, una parada muy importante también es Finisterre. 

Si eres una de esas personas que decides continuar hasta Finisterre desde Santiago, no te olvides de visitar el Monte Facho. 

En este monte podrás visitar la Ermita de San Guillermo y las Piedras Santas, dos grandes rocas redondas donde, según la leyenda, descansó la Virgen después de llegar al santuario de la Barca, en Muxía. Debido a esto, fueron embrujadas, de modo que supuestamente cualquier persona puede balancearlas con un simple dedo. 

Otra de las historias famosas del Camino es la mítica bota del peregrino, representada por una escultura en lo alto del faro. Según la leyenda, cuando los peregrinos llegaban a Finisterre, quemaban su ropa y dejaban sus botas. 

Era una forma de simbolizar el comienzo de una nueva vida, acabando con todo lo material, como un rito purificador. Actualmente, los peregrinos que llegan a Finisterre no son tan drásticos, pero hacen un último ritual: visitan el santuario da Virxe da Barca, en Muxía, y el Santo Cristo de Finisterre, en la Igrexa de Santa María das Areas, un símbolo de la gente de Finisterre con otra leyenda curiosa: le crece el pelo y la barba.